Febrero es el mes del amor. El 14 de febrero llega y se convierte en el pretexto ideal para decorar el hogar, el negocio, la oficina o taller con motivos que nos remontan a esta festividad que honra al santo católico que casó a los soldados romanos en secreto.
Para una cena romántica, los tonos blancos, rojos y los rosas son fundamentales para una buena decoración.
Convierte la noche en una acogedora y romántica experiencia. Ten en cuenta algunos detalles para que sea inolvidable. El primer paso es elegir el mantel adecuado. Intenta que vaya con los gustos de tu pareja.
La iluminación es muy importante, una luz indirecta es la opción. Coloca unas luminarias, le darán un toque súper especial al ambiente. Utiliza los mejores cubiertos y cristalería que tengas en casa, ya que es una ocasión muy especial.
Finalmente, prepara algún centro de mesa; pueden ser unas rosas rojas, tulipanes o unas velas. Para el final de la cena, no olvides tener una botella de champán o vino muy frío, para degustar con el postre: unas ricas fresas cubiertas de chocolate. El postre lo pueden disfrutar viendo la película que los ha identificado a ambos como pareja.
Recuerda que los detalles simples y discretos hacen que resalten más y que no necesitas llenarlo todo de corazones. Quizás, una pequeña flor acomodada estratégicamente hace que el efecto de paz sea efectivo. Los detalles únicos hacen los días únicos.
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